¿Alguna vez te has despertado y no has podido mover el cuello? ¿O ha sentido mucha tensión en la banda lumbar? En esos momentos lo que necesitas es la combinación de una terapia analgésica y un masaje relajante para espalda o cuello.
El tratamiento se basa en presiones y toques energéticos que actúan en profundidad para disolver la tensión muscular y devolver la zona a su estado original. A través de una mezcla de técnicas y maniobras, el masaje actúa tanto sobre el tejido conectivo como sobre el muscular, disolviendo la contractura tras unas pocas sesiones.
Una varienta del masaje descontracturante es el masaje deportivo, indicado para quienes practican deporte de competición. Y si necesitas un masaje para la celulitis te recomendamos el masaje linfático (linfodrenante).
Si practicás algún deporte, un buen masaje descontracturante puede mejorar su rendimiento, reducir el riesgo de traumatismos, acelerar el enfriamiento y actuar sobre músculos y tendones.
Para los deportistas, el masaje relajante es esencial, no sólo para las contracciones, sino que también ayuda a disminuir el ritmo cardíaco y la presión arterial.
CUANDO SE RECOMIENDA UN MASAJE DESCONTRACTURANTE
La contractura es un mecanismo de defensa que se activa como consecuencia de esfuerzos excesivos o repentinos. Cuando los músculos sufren una carga excesiva, que los lleva a contraerse, el músculo aumenta su volumen y pierde su elasticidad, dando lugar al dolor generalizado que se siente en el momento siguiente a la contracción.
El masaje descontracturante de espalda está indicado para aflojar los músculos tensos debido a:
- Esfuerzo físico excesivo o falta de calentamiento.
- Movimientos incorrectos.
- Después de un entrenamiento intenso.
- Rigidez.
- Bloqueo articular.
- Calambres.
- Pesadez.
- Ansiedad.
- Dolor de cuello.
Este tipo de tratamiento también es eficaz para aliviar el dolor crónico de espalda o de columna: la disolución de la tensión muscular puede relajar la espalda mejorando la calidad de vida.
Gabriela –
¡Los mejores masajes descontracturantes de Rosario! ¡Entras rota y salís nueva!